Niñas y niños corriendo y jugando
con muñecas y carritos, o con juegos electrónicos. Mochilas y libros de cuentos
por doquier. Es lo más común cuando hay reunidas familias con sus hijos. Hijas
e hijos únicos, las clásicas “parejitas” y hasta gemelos.
“Santiago no puedes jugar a los
carritos aquí, están dando una plática” reprende una mamá a su hijo. Y
continúa: “Ve con tu mamá”.
En la Ciudad de México 25
familias lesboparentales han visto ahora
que son sujetos reales de derecho. Ahora los nombres y apellidos de sus hijas e
hijos estarán registrados con tinta indeleble en sus actas de nacimiento en el
orden que lo desean las madres.
Así lo hizo notar la Dra. Liliana
Velázquez Ramírez, Directora de Amnistía Internacional México, durante el foro
con motivo del “Registro y Reconocimiento de hijos de familias
homoparentales", ante el Registro Civil del Distrito Federal.
Durante este foro autoridades del
Registro Civil y de la Asamblea Legislativa del DF, expertos en Derechos
Humanos, representantes de Organizaciones de la Sociedad Civil, y activistas,
compartieron sus ideas y su apoyo con respecto a la homoparentalidad,
maternidad lésbica o comaternidad como se prefiera llamar a esta modalidad de
familia.
Criselda Santos Guevara,
fundadora de Las dos Mamis agradeció que ahora la familia esté protegida al
cien por ciento. Relató que sin el reconocimiento de la maternidad de ambas
madres, los niños están en el limbo. Indicó la necesidad de una ley que no
diferencie entre paterno y materno, entre hombre y mujer. En Argentina, por
ejemplo, en 2012 se presentó una familia heteroparental y registraron primero
el apellido de la madre y luego el apellido del padre. En Canadá simplemente
registran a las hijas e hijos como lo decidan las madres sin pedir explicación
alguna.
Al no existir un papá, la
burocracia está acostumbrada a registrar el apellido de la madre gestante como
el Apellido Materno, y en el apellido Paterno deseaban incluir el apellido de
la madre no gestante, o incluso dejarlo en blanco. Esto podría generar que de
una misma familia, si ambas madres dan a luz, los hijos tendrían apellidos
cruzados, lo cual representaría una situación que afectaría a la identidad
familiar.
Diego y Santiago fueron
registrados primero con el apellido de la madre gestante y luego con el
apellido de la madre no gestante, porque así los conocen en su familia. Este
hecho “coloca a esta ciudad por la senda de la libertad y la justicia social”,
comentó el Diputado Oscar Moguel Ballardo.
El Lic. José Antonio Ontiveros
Escalona, quien representó a varias de las familias ante el Registro Civil,
calificó como “valiente” la decisión del Registro Civil de hacer el trámite sin
que exista la ley que lo ampare, pues la costumbre es igual de importante que
la ley. Explicó que ahora se están garantizando los derechos del niño entre los
cuales se cuentan el nombre, la nacionalidad, y la identidad, lo que le da la
posibilidad de ser individualizado.
Esta situación de registrar
primero el apellido de la madre gestante y segundo el de la madre no gestante
tuvo dos vertientes mediante las cuales se llegó a la misma situación: Por
parte de la iniciativa del equipo de trabajo del Lic. José Antonio Ontiveros, se
convierte en un trámite administrativo en el cual el Registro Civil vela por el
derecho de los peticionarios.
Por la vía legislativa, el
diputado Oscar Moguel ha propuesto que se modifique el artículo 58 del Código
Civil para establecer la figura de “apellidos parentales”. Esta situación
tomará varios meses para ser desahogada por los medios legislativos de la
Ciudad de México. Pero es necesario llevar a cabo este proceso para que no
dependa de la voluntad del Registro Civil el velar por el derecho de las
familias, pues como señaló Iván Gómez Tagle, de Jóvenes LGBT Condesa, “las
leyes enseñan”.
La Dra. Alicia Elena Pérez
Duarte, del Instituto de Investigaciones Jurídicas celebró el sentido humanista
y la perspectiva de Derechos Humanos de esta ceremonia. Introdujo la propuesta
de referirse al orden deseado de uno o ambos apellidos de los hijos por parte
de los padres o las madres como apellido familiar. Esto lleva a que las parejas
homoparentales y heteroparentales tengan los mismos derechos.
Antes las familias homoparentales
se generaron porque la madre gestante ya había dado a luz en un matrimonio
heterosexual, previo a la relación lésbica que establecía. Ahora las parejas de
mujeres están considerando la descendencia como proyecto de vida. Antes se
reconocían los derechos como si la madre fuera soltera. Ahora se reconocen los
derechos de la madre no gestante, ya que de no hacerlo, la madre no gestante
podría estar en peligro de perder a su hija o hijo. El hecho de que se
garantice que no habrá apellidos cruzados “es un granito de arena en el camino del
cambio”, sentenció.
La Lic, Rocío Quintana rivera,
Subdirectora de la Agenda de Igualdad y No Discriminación de la Comisión de
Derechos Humanos del Distrito Federal celebró que las niñas y niños son ahora
sujetos de derecho, ya que a partir de la Reforma Constitucional en Derechos
Humanos de 2011, las leyes deben interpretarse de tal forma que favorezcan el
goce y ejercicio de los derechos para todos.
Ana Laura Lozano Hernández,
representante de Change.org, destacó la labor de “personas ya empoderadas” que
iniciaron una campaña en su portal, lo que ayudó a lograr esta victoria en la
defensa de los derechos humanos de madres e hijos.
Yolotl Figueroa Silva, del
Colegio de Investigación comentó que con esta medida se garantizan los derechos
de las niñas, niños y sus madres lo que mejorará su calidad de vida y evitará
la violación de sus derechos y los casos de discriminación que viven durante el
embarazo, el parto y el puerperio.
Después de casi tres horas de
conferencias, el trámite ya fue sencillo. Los formatos ya estaban listos para
que el hijo o hija colocara su huella digital y cada una de las madres firmara
en el orden que decidieron en el Acta de
Nacimiento. Familias de Veracruz, Morelos, Baja California, Nuevo León, Estado
de México, Hidalgo, Jalisco, y el Distrito Federal ya estarán recibiendo esta
semana sus actas de nacimiento, ya sea que las soliciten personalmente en el
Registro Civil de la Ciudad de México, o que las descarguen por Internet. Con
la legislación actual en México, los Estados de la República estarán obligados
a reconocer este trámite realizado en la Ciudad de México.
El único negrito en el arroz fue
el retraso en tres días la fecha del foro y la ceremonia, lo cual generó molestias en las familias que
no viven en la Ciudad de México.
Al finalizar su trámite Rosa
María Rodríguez, con mucha emotividad expresó que este fue su mejor regalo de
cumpleaños. Rosa María, radicada en el Distrito Federal, registró con su pareja
a Mateo Valentino Rebollar Rodríguez, en este caso fue primero el apellido de
la madre no gestante y luego el de la madre gestante.
En medio de una fuerte lluvia,
veinticinco familias se retiraron a sus hogares en la Ciudad de México y en
otras ciudades del país con un gran logro obtenido: el reconocimiento de sus
familias y la protección de la identidad de sus hijas e hijos.